22 abr 2011

Saint Michel y St. Malo

Las 7 de la mañana han llegado pronto, pero con el desayuno tan bueno que nos han preparado,



estábamos contentos para las ocho (alguno que otro ha aprovechado para dormir en el coche camino a St. Michael)




Saint Michel: es la primera vez, de las 3 veces que hemos estado aquí, que la marea está alta, así que con el día tan bonito que ha hecho, como siempre, ha merecido mucho la pana hacer los doscientos y pico kilómetros que teníamos desde la casa para llegar al Dpto. de la Mancha, de la Baja Normandía



La entrada a la muralla ha ido acompañada con un montón de gente, el día, las festividades y las ganas, han hecho que parezca que medio mundo se decante por visitar Saint Michel (este lugar recibe, anualmente, 3.200.000 visitantes).





No nos consideraban grupo, aunque somos 16, porque grupo es a partir de 20, así que mientras Pedro, Patxi y Juani, han ido a por las entradas, nosotros hemos esperado pacientemente, mientras posábamos para alguna que otra fotografía.



Una estatua de San Miguel Arcángel colocada en la cumbre de la iglesia abacial se erige a 170 metros por encima de la orilla.


Los numerosos edificios del lugar son clasificados, individualmente, en calidad de monumentos históricos (la iglesia parroquial desde el 1909, por ejemplo) o inscritos en el inventario suplementario de los monumentos históricos. El conjunto está catalogado como un Grand site national de Francia.






La vista desde claustro es impresionante, la única pena es que nunca se pilla vacío







de ahí que tengamos que sacar alguna foto de muy cerca, para que no se vean más turistas al lado, o alrededor


Aquí no se andaban en chiquitas a la hora de hacer fuego...



antes de salir, tío y sobrino querían posar juntos....



y luego, en vez de volver al coche por la calle por la que hemos entrado, nos hemos ido dando un paseo alrededor de la muralla












Alguno que otro ha acabado muy cansado de subir y bajar callejuelas, escaleras, murallas y han optado por el transporte "a rechinchín"


Antes de ir hacia St. Maló, hemos hecho la parada obligatoria para comprar pastas en la Patisserie St. Michel, que también tiene la posibilidad de catar los productos antes de comprarlos (¡¡¡¡ qué buenos por Dios !!!!)




Y sí, no hemos ido a Cancale a comer ostras, porque se nos iba a hacer tarde, así que derechitos hacia St. Maló,


Estación balnearia conocida por su ciudad cercada y su relación con el mar, la ciudad es una de las más visitadas de Bretaña y atrae a casi 3.000.000 turistas en verano. Fruto de una rica historia marítima, es un puerto importante (de recreo, de pesca, de comercio y de viajeros) y un centro económico. Su centro histórico tiene la particularidad de estar amurallado completamente en forma circular, con una construcción que data del siglo XIII.


donde después de mirar unos cuantos bares-restaurantes, nos hemos quedado en uno con ritmo caribeño total.... que si no nos habíamos explicado, que si las hamburguesas de los críos han sido lo último que han servido porque según la camarera sólo habíamos pedido una.... en fin, hemos terminado de comer a las cinco de la tarde, pero eso sí, la sonrisa no hemos perdido,.....




ni la afición por babear ante los escaparates llenos de chocolate,




Como la "sentada" ha sido larga, se nos ha ocurrido organizar una carrera, estilo marcha, por las murallas de la ciudad



aunque antes, las fotos de rigor: primero las mujeres de esta expedición y luego una conjunta (qué bien que Pedro llevó el trípode)





Ha hecho mucho calor durante todo el recorrido...





También hemos comprobado que el sobrenombre de esta ciudad, "Ciudad Pirata", le viene como anillo al dedo




Antes de volver a los coches, últimas compras de ensaladas, pan... y demás para cenar, porque no nos fiamos a llegar a tiempo a casa antes de que cierren los supermercados. Y más vale, porque hemos tenido una vuelta con atascos y llegada tarde, cena "a pedazos" y a la cama tarde

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