23 abr 2011

Locronan y Concarneau

Desayunar y vamos hacia Locronan. Aparcamos el coche en las afueras del pueblo (el tránsito de coches es restringido). Lo primero que hemos visto es la larga avenida empedrada de alrededor de 400 metros de distancia, la cual recorremos ansiosamente, mientras más nos acercamos al centro las casitas y pequeños negocios de artesanía de los alrededores se hacen más y más atractivos (este pequeño pueblo engancha).






Locronan es uno de los pueblo más bonitos de la Bretaña Francesa, está en lo alto de una colina.







A sus habitantes, que justo pasan los mil, se les denomina los Locronanais. El mayor atractivo de este pueblo es pasear tranquila y relajadamente por su plaza y sus callecitas,








observar cada detalle de la arquitectura de Locronan es todo un placer.







El atractivo mas imponente de este pueblo es la plaza principal donde encontramos la iglesia de Saint Ronan, edificada en forma de catedral en el año de 1420 por los duques de Bretaña. La fachada está inspirada en uno de los portales de la Catedral de Quimper.






En los alrededores de la Plaza Principal o Grand Place, podemos observar catorce notables casas del siglo XVII rodeando un pozo de agua muy llamativo componiendo un bello conjunto arquitectónico único en la Bretaña. Pozo de Agua e Iglesia de Locronan







Las antiguas casas y calles de Locronan han servido de marco a mas de 30 películas y cortometrajes franceses y extranjeros,






destacando entre ellos la famosa película TESS, protagonizada por Nastassja Kinski y dirigida por el notable y polémico Roman Polanski, así como la película francesa Largo Domingo de Noviazgo, protagonizada por Audrey Tautou, actriz conocida mundialmente por su papel en la afamada película francesa Amelie.






Hemos comprado algún recuerdo,







sobre todo culinario, en las pequeñas y excesivamente caras tienditas artesanales de Locronan y







también nos ha dado tiempo de comer algún que otro capricho, como unas cuantas ostras,












antes de irnos a nuestra, ya conocida, crepería










después, nos volvemos hacia el coche (como véis, bien contentos), maravillados todos de este pueblito que tímidamente aparece en algunas guías de turismo francesas.






Y ahora nos tocaba el pueblo "amurallado" de Concarneau, en la desembocadura del río Moros. La parte más bonita es la ciudadela amurallada o Ville Close.







Concarneau es un ejemplo de fortificación defensiva construída por Vauban. Trabajó como ingeniero militar durante el reinado de Luis XIV, revolucionando tanto el diseño de fortalezas como las técnicas de asedio. Construyó 33 ciudadelas para defender las fronteras de Francia. La mayoría de ellas con forma de estrella y rodeadas por fosos.







Nada más aparcar, Pedro ha visto el que quiere que sea su regalo de cumpleaños, este "pequeño" catamarán







La ciudad amurallada se encuentra en una pequeña isla unida a la Place Jean Jaurés por un puente peatonal.










Se entra en la Rue Vauban, en esta calle no hay que perderse La Torchette. Es una biscuiterie decorada por esculturas de chocolate, donde comprar un montón de dulces típicos y merengues gigantes!







Como veis todo es peatonal, las casas de piedra, reconvertidas en tiendas, galerías










y restaurantes.








Como la última vez, sacamos fotos "vestidos" con los típicos trajes bretones:






mientras que algún otro intentaba hablar con el perro (lo peor es que esperaba contestación ... jajajaja)






La vuelta a casa la hemos adelantado por dos motivos,







uno, que se acercaba una gran borrasca. Se veía el cielo muy oscuro,







aunque nos lo ha alegrado este futuro esposo en su despedida de soltero,







Y la segunda razón era el "GRAN TORNEO DE TENIS" que teníamos pendiente, donde los participantes nos hemos puesto nuestras mejores galas







Algunos compatibilizaban tenis con barbacoa (aunque al final la barbacoa se pospuso para futuras ocasiones, porque la leña no se convertía en brasas ni a la de tres)







así que los partidos tenían que ser rápidos







No es por meter el dedo en la llaga, pero las GRANDES campeonas femeninas hemos sido Uxue-Navratilova y Edurne-Börj (hemos jugado un torneo relámpago, ya que octavos, cuartos, semifinales y finales han sido a un solo partido contra Blanca-Borja Mari y Maider-Pink girl)







Toda rivalidad se ha olvidado para la hora de cenar, sentados en la barra-encimera de la cocina mientras comíamos "colesterol" y bebíamos esencias medicinales.



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