AshNaz gimbaul,
Ash Nazg thrakatulûk
Aghburzum-ishi krimpatul.
O lo que es lo mismo:
Un anillo para gobernarlos a todos.
Un anillo para encontrarlos,
Un anillo para atraerlos a todos
Y atarlos en las tinieblas
Así es como nos sentimos después de haber visitado Mordor y que Tongariro se haya portado tan bien para que seamos partícipes de su belleza.
Con alegría por haber hecho cumbre ayer, pero con tristeza de irnos, hemos desayunado viendo por última vez Tongariro y nos hemos puesto rumbo a Waitomo.
Por el camino hemos parado a hacer alguna foto en esos lugares de la carretera que marcan como para fotografiarlos y la verdad es que merecen la pena.
Poco antes de llegar a destino, hemos parado para repostar gasolina y para hacer algo de compra (Nueva Zelanda no nos ha gustado mucho, gastronómicamente hablando. Todo lo comen frito, con mogollón de salsas y bueno, como que preferimos hacernos la comida mientras podamos).
Llegar al hostel, dejar las mochilas e irnos a visitar las cuevas de Glowworm (http://www.waitomo.com/Glowworm-Caves/Pages/waitomo-glowworm-caves.aspx): un sistema de cuevas conocido por su población de luciérnagas y otras criaturas curiosas. Las luces brillantes y perlas que cuelgan de hilos son obra de una especie de luciérnaga que sólo viven en Nueva Zelanda.
Es espectáculo es increible, además, cuando más luciérnagas ves es al final de la visita, cuando te llevan en barca y el silencio es sepulcral.
He sido una valiente, y con el miedo que suelo tener a las cuevas, la verdad es que no me ha resultado muy duro.
Vuelta al albergue para prepararnos algo de comer, contestar whatsapps, descansar un poco y prepararnos para hacer una ruta cerca de aquí (para estirar las piernas.... jejeje).
Tras una hora de pateada, vuelta para preparar la cena, ver el mal tiempo que vuelve por Nueva Zelanda y ver una de las películas de Harry Potter (según Juani, más vale que está subtitulada en maorí, sino, no se entera).
Nos hemos enterado por whatss que nuestro "Nene" ha acertado la porra, así que buen augurio para el año que viene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario