Hoy hemos ido a trabajar, ambos, pero antes yo he cumplido con el ritual del desayuno de los "viernes del club KKK" trasladado hoy a jueves.
Al subir en la villavesa con Idoia, una compañera de oficina, hemos estado hablando del viaje y resulta que una pareja amiga suya (Mª Jose y Julio) iba a coger el mismo avión que nosotros, tanto para la ida, como para la vuelta, así que ha sido Idoia la que nos ha puesto en contacto y hemos hecho el viaje a Zaragoza (ida y vuelta) en un solo coche (genial !!!).
A las 13.30 y puntuales a nuestra cita, nos hemos juntado los 4 y nos hemos puesto rumbo al aeropuerto.
Hemos llegado hacia las 15.40 y lo primero que hemos hecho ha sido comer los bokatas que nos ha puesto Juan y de postre unas "dulzainadas" que nos ha metido en la bolsa sin nosotros saberlo. ¡¡¡ Qué buenas hermano !!!
Hemos llegado hacia las 15.40 y lo primero que hemos hecho ha sido comer los bokatas que nos ha puesto Juan y de postre unas "dulzainadas" que nos ha metido en la bolsa sin nosotros saberlo. ¡¡¡ Qué buenas hermano !!!
Hemos despegado con 20 minutos de retraso, ya que el avión iba a tope, pero hemos llegado a Bérgamo sólo con 10 minutos de tardanza.
Rápidamente hemos comprado tickets del bus hacia el centro de Bergamo (cómo no, nosotros no los hemos validado, así que a la vuelta ya tenemos tickets) y en la estación nos hemos despedido de Mª Jose y Julio, ya que ellos se iban, directamente, a Venecia.
A los cinco minutos ya estábamos en el hostel, donde nos ha recibido la Sta. Rotenmeier !!!! Qué borde. Y lo que habíamos reservado era una habitación privada para 2 y nos han dado una habitación con 5 CAMAS, para nosotros sólos ¡¡¡¡ yujjjjju, qué orgía !!!!.
Hemos dejado las maletas y nos hemos ido a callejear y lo poco que hemos podido ver (eran las 8 de la tarde) nos ha encantado. A la vuelta, el lunes, procuraremos llegar pronto desde Florencia y poder ver la parte de arriba de la ciudad, que debe ser la monumental de verdad.
Luego hemos aterrizado en el restaurante L'osteria di Valenti, donde han caído dos solomillos y verduras a la parrilla, todo ello regado con un buen Chianti y de postre un coretto y un café solo de los que levantan la boina.
Para las 22.30 hemos vuelto y hemos hablado un rato con J. Luis y Eli por el Skype y para las 23.30 a dormir, que mañana madrugamos para ir a Florencia en tren.
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