Cannes

Pues la noche ha debido ser movidita, y digo ha debido ser, porque nosotros no nos hemos enterado.

Ha hecho mala mar, así que en vez de Villefranche, el puerto ha desembarcar ha sido Cannes.

Después de desayunar y tras un desembarco un poco largo. Desembarcábamos según colores de las tarjetas que nos han dado y ohhh qué casualidades, nosotros hemos sido los penúltimos (han venido en barcas a por nosotros), pero no nos ha importado, porque nos ha dado tiempo de ver el txupinazo por la televisión.

Una vez en Cannes hemos decidido que no merecía la pena pegarse la pechada de ir hora y media en autobús hasta Mónaco.

Y creo que no nos hemos equivocado en la decisión, nos ha encantado Cannes, sobre todo la parte vieja, con callejas estrechas

cafés, restaurantes.... en medio de la mini acera, eso sí, coquetamente decorados y es que los franceses son así

Hemos tenido oportunidad de tomar un pote en ese tipo de tabernas de marineros, donde la gente va vestida con la ropa de trabajo, algo desgastada y raída, pero que te reciben como si te conocieran de toda la vida y hemos disfrutado muchísimo (Juani, de paso, practicando su francés).

Cuando hemos bajado a la zona más nueva, y pija, dicho sea de paso, hemos llamado a Iker para felicitarle (ZORIONAK GUAPETÓN !!!!) mientras veíamos tiendas de esas cuyas etiquetas tienen muchos ceros, puntos...

Desde el paseo, veíamos fondeado nuestro barco, y aunque viejecito, sigue manteniendo su porte, eso que los que tenía al lado eran de los de quitar el hipo.

La ciudad vive para el turismo y para su festival de cine, y ejemplo de ello es la fachada de este edificio.

Como podéis ver en las fotos, el día estaba muy claro y despejado y hacía un calor bochornoso total, así que para las cuatro y media de la tarde nos hemos vuelto al barco

y como la hora de comer había pasado nos hemos subido a cubierta y en media hora han puesto lo que ellos llaman "tapas", que no es, ni más ni menos, que comida como la que puedes encontrar a la hora de comer: ensaladas, pasta, pizzas, tortillas.... así que nos hemos puesto de fruta, queso y tortilla, hasta jartarnos.

Cuando hemos empezado a movernos, camino de Livorno, ha sido cuando nos hemos bajado a ducharnos, relajarnos un rato y prepararnos para nuestro turno de cena, a las 8.30 (al principio teníamos intención de haberlo cambiado al de las 10.15, pero éstos acaban a las 12 y nos parecía muy tarde, así que lo hemos dejado como estaba) y compartir mesa con nuestros nuevos amigos.