21 ago 2008

Vuelve la lluvia

Después de haber dormido como los ángeles y desayunar como los reyes, nos hemos ido, por unas carreteras que en el Tom-Tom indicaba como sin nombre, al faro d’Ecgmühl.

Tras una hora de cola para subir las 307 escaleras,



hemos tenido suerte ya que estaba despejado y hemos podido sacar distintas fotos:




El aire, como veis, es nuestro compañero de viaje, pero no por eso dejamos de sonreír para que nos veáis guapos.






Después del esfuerzo de subir y bajar nos hemos tomado unas cañas y nos hemos ido a comer a Pont L’Abbé, donde han caído unas ensaladas marineras, unos foie de vaca y unos lenguados Reuniere y de postre degustación que quesos franceses.

En eso me ha llegado un mensaje de Lourdes, mi hermana, preguntándome qué era eso de XXX Hello Kitty, pero ya le he dicho que no era un pijama. También me ha contado que a partir de ahora, como dice la pequeña de nuestra casa: “como tengo lau años, aita quítame las ruedas de atrás de la bici” y nos ha aclarado el tema del regalo… con calentadores.

Al salir a visitar el pueblo ha empezado a llover, así que nos hemos ido a tomar unos cafés, algo de compra para cenar y nos hemos venido a casa (tampoco se está mal disfrutándola).

Ponemos la televisión pero seguimos sin enterarnos mucho de los Juegos Olímpicos, ya que estos franceses son la pera, sólo ofrecen imágenes de los deportes donde tomar parte los “gallos”.


Guisamos pasta para cenar y después de unos helados, algunos, e infusiones, otras, yo me voy a la cama y el resto se queda viendo la 3ª parte del Señor de los Anillos.

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