Primero hemos ido a Quimperlé y la verdad es que es un pueblo muy coqueto. Tiene un casco antiguo con unas casas bastante bien conservadas y una iglesia gótica que es un poco especial. Me explico. Desde que entras tienes acceso visual a las tres plantas. Te colocas en el centro de la misma y ves, a la vez, la cripta, la planta baja, donde estás, y una planta superior, en forma de círculo, donde están el altar y el púlpito, con unos cuantos bancos para los fieles.
Al no ser, todavía, hora de comer, hemos cogido el coche y nos hemos ido a Pont Aven y eso sí que ha sido una sorpresa. Conforme íbamos llegado nos hemos dado cuenta que debía ser muy bonita, ya que aún habiendo muchos aparcamientos, nos ha costado encontrar sitio para aparcar. Y vaya si merece la pena. Encima HA SALIDO EL SOL y hemos estado a unos 23-24 grados (el record de estas vacaciones)
Mirar los baños públicos (parece un hórreo):De camino hacia el pueblo hemos aprendido un nuevo verbo para esta cuadrilla: “aquí no se ronca, se respira profundo” (sino, preguntarle a Blanca, je, je…).
Para comer han caído ostras y langostinos, de entrada y “colgajo” de ternera (sí, sí, eso ponía que era la traducción, un colgajo) para algunos y merluza para otras. Todo acompañado por un blanco Pinot Gris.
Todo el pueblo es especial, pero el camino que va hacia el puerto es increíble. ¡Qué casas¡. Como diría Maider: “para qué mirar, si nos vamos a deprimir”.
Nos hemos acordado de María, Beltza, Eneko y Aingeru. De cómo disfrutarían estando con nosotros y en eso, mientras recorríamos el mercado de segunda mano que había camino del puerto (una gracia, que ni os cuento, las cosas que se veían por allí, yo me he comprado un par de revistas de Mary Claire de 1936 y 1937, ¡¡que son la leche!!), va y nos llama María. Me ha hecho, bueno, creo que a todos, mucha ilusión hablar con ella. Hemos quedado que el sábado, cuando lleguemos, la más seguro es que vayamos a cenar al Berkana (si no está de vacaciones) y les llamemos para vernos y echar un pote.
Seguía el buen tiempo y nos hemos tomado una cerveza mientras hojeábamos las revistas y echábamos unas risas.
Cuando hemos llegado a casa hemos hecho fotos a la casa y mientras unas íbamos preparando maletas, bolsas…. Pedro y Juani nos hacían el atún a la brasa, que estaba de muerte.
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