14 ago 2008

Triángulo de Bretaña

Parece, sólo parece, que el tiempo nos va dar tregua, ya que ha salido el sol por todas partes y tenemos la casa llena de luz.

Hoy toca desayunar crepes de chocolate y nata. Han dado buena cuenta de ello, yo me sigo decantando por las tostadas de aceite, eso sí, todo ello regado con “cafeseni” del bueno, bueno y un zumo, por aquello de comer un poco de fruta.

Después de recoger todo y limpiar nos vamos a hacer el “Triángulo de Bretaña” (apodo que hemos puesto a la ruta que vamos a hacer hoy) : Treguier, Gingamp y Lannion (nuevo intento, ya que ayer llegamos un poco tarde y estaba todo un poco “muerto”).

http://maps.google.es/maps?near=treguier&q=mapa+breta%C3%B1a+francesa&f=p&btnG=Buscar+en+mapa&rl=1

Empezamos por Treguier. La anécdota ha sido que al aparcar hemos tenido que comprar unos discos de plástico, donde tú marcabas la hora que era y el disco te dice hasta cuando puedes estar aparcado (no suele ser más de 2 horas, así que transcurrido ese tiempo tienes que volver al coche a mover la ruedita del disco, MUY GRACIOSO).


Comenzamos con la visita a la iglesias (creo que cuando estamos de vacaciones visitamos todas las iglesias que nos excusan de visitarlas el resto del año).

El pueblo tiene unas casas preciosas y muy bien cuidadas. Bajamos hacia la zona del puerto y entramos en una tienda donde compramos unas “likatessen” para las ensaladas y para llevarnos a casa, Juani y yo hemos comprado un chutney de cebolla, que la dependienta nos ha aconsejado comer con paté (haremos buen uso de ella). Así mismo nos ha dicho que estaban en una asociación hermanada con Galicia (muy maja, la mujer).


Seguimos el camino por el pueblo y hacemos una pequeña parada para tomar un pote (esto de andar tanto en agotador……) y una bolsa de patatas que llevamos con nosotros (cada vez que salimos de la casa parece que no vayamos a encontrar una tienda y que el mundo se fuera a acabar: chuches, patatas, chocolatinas…).



Compramos pan y nos ponemos en camino del siguiente pueblo: Guingamp.





Allí llegamos y el pueblo debe de estar de fiesta, porque por todos los lados hay unos altavoces, desde donde se escucha todo tipo de música.



Visitamos la parte vieja, tan bonita como cualquier pueblo y ya nos toca la hora de comer (seguimos comiendo y bebiendo como si fuéramos a morirnos en unos días). El pueblo no está muy surtido de restaurantes, al menos la parte que hemos visitado nosotros, así que nos hemos metido en una pizzería y hemos dado buena cuenta de unas ensaladas, pizzas, lasañas… y de postre, helados varias y para mi “hijo”, un banana split en toda regla.

Visitamos alguna que otra tienda y decidimos ir a Lannion y parece la ciudad “maldita” porque en cuanto hemos llegado ha empezado a llover de tal forma que no hemos salido del coche (eso que había un mercado gigantesco, estilo al que vimos el año pasado en Gdansk, por toda la ciudad). Después de 20 minutos de espera hemos decidido volver hacia casa.

Ayer sí vimos la ciudad, pero sacamos sólo este par de fotos, ya que hoy pensábamos sarcar más:

Primero hemos parado en una vinacoteca y Juani se ha comprado su correspondiente botella de Coñac y luego hemos entrado en Kiabi para comprar el regalo de cumpleaños de Raquel. Ahora ya no podrá decirnos aquello de: “un pantalón de Hello Kitty, una camiseta de Hello Kitty, una chaqueta de Hello Kitty…. y nada más”, porque le hemos comprado un beroki de Hello Kitty y unas braguitas de Hello Kitty.

En cuanto hemos salido de comprar ha dejado de llover y hemos estado tentados de volver a Lannion, pero hemos llegado a casa y hemos cenado “sobras”: bloc de foie, jamón, salchichón, lomo ibérico… vamos, las sobras que tenemos cada uno de nosotros todos los días. De postre ha caído una tarrina de medio litro de helado de fruta de la pasión (el sabor tan bueno como lo recordaba de la República Dominicana)

Después de cenar, Juani, Blanca, Pedro y Txema se han quedado viendo la película del “El último tren a Auschwich” y Maider y yo nos hemos ido a dormir.

1 comentario:

José Ignacio e Itziar dijo...

¡¡¡¡Yo quiero saber cuál es esa PINACOTECA en la que en vez de cuadros te venden botellas de coñac!!!!