Después de un desayuno de los de competición deportiva, hemos cogido las entradas que nos regala el hotel a los cuatro, para irnos a visitar la Ciudad de las Artes y las Ciencias, motivo de este viaje relámpago a Valencia.
Hemos llegado recién abierto, y después de hacernos varias fotos en la entrada...
nos hemos ido directos a ver el Oceanográfico, que como hace bueno será el primer edificio que la gente querrá visitar.
Para mí ha sido un poco decepcionante, lo único que me ha gustado de verdad es la beluga (eso que creo que el estanque que tiene es demasiado pequeño para su tamaño)
y el espectáculo de los delfines.
Hemos visto las focas, los humedales...
y derechos nos hemos ido a visitar todo el museo, que al estar sin gente, hemos podido disfrutar de cada una de las actividades, pruebas de vista, de sonido y juegos de toda índole, sin esperar colas para nada.
Los edificios, arquitectónicamente hablando, son increibles, pero creo que el museo es demasiado grande, para lo que alberga dentro. Debería aprovecharse más el espacio.
Después de tomar un pote y comer unos cuantos "karsens" nos hemos ido a ver una proyección de escalada, que nos ha dejado impresionado.
Hemos terminado de ver un par de plantas del museo
y hacia las 8 de la tarde hemos salido para entrar a tomar algo fresco y comer algo, a un centro comercial que había enfrente.
Para cenar nos hemos ido a una pizzería que había al lado del hotel y cremos, digo creemos porque hemos comido a la luz de las velas (si hubiese estado el aita habríamos oido aquello de "algo mejor la luz de una fluorescente"), que hemos comido pizza, espectaculares, hechas en horno de leña..... como para salibar.
Han caído un par de cubatas y luego a dormir, que ha sido un poco paliza.
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