17 ago 2008

Baztandarre Biltzarra Bretón

Hoy he amanecido para las 7 de la mañana, después de algún que otro ronquido de “nuevos” participantes, es decir, los no habituales, y con el sonido de un cuco. Maider no se ha movido en toda la noche y es muy gracioso verle la cara de felicidad que tiene mientras duerme.

Cuando bajo y miro por el ventanal de la cocina, me doy cuenta que la casa es rural de verdad, estamos en medio de un paraje, que a su vez está en medio de un prado, un silencio total. Pero estamos cerca de Locronan, a 6 kilómetros y a 15 de Quimper, con lo cual, ahora firmaba para tener una casa allí, igual que la de aquí.


Parte delantera de la casa (la de la derecha):

Ésta es la parte trasera:

Ésta es la casa que había enfrente (de los mismos propietarios y sin habitar):

Ésta parte de nuestra cocina:


Y éste nuestro hijo en el fogón:


El desayuno, como siempre, austero. Vemos un poco de tenis femenino y partido de balonmano femenino, donde, cómo no, juega Francia.

El día está soleado, por primera vez en estas vacaciones ha hecho un día precioso.
Nos hemos dirigido a Concarneu y a la hora de llegar hemos visto que había coches aparcados a las afueras porque había una fiesta “Les filets bleu” (redes azules).



Ha sido como llegar al Baztandarre Biltzarra. A la entrada hemos contribuido a la causa pagando una entrada (nos suponemos, que así como a nosotros nuestro amiguito Miguel Sanz, el amigo Sarkozi no creo que les subvencione la fiesta bretona, ya que es demasiado nacionalista). Después, gran desfile (más de 1200 personas) de comparsas de gaiteros y gente vestida según el estilo bretón, de cada uno de los pueblos de Bretaña.



Como podéis ver en la foto, los tocados de las mujeres llaman la atención.

No, venga, ahora los de verdad:

Después de casi dos horas, hemos ido a comprar unos tickets (como en el Oinez) para canjearlos por bebida y comida (mejillones con patatas, txistorra bretona y sardinas, buen vermú). Como nos sobraban txartelas, hemos comido unas crepes variadas (chocolate, fresa y azúcar).


Nos hemos acercado al puerto y hemos cruzado la pasarela para entrar en la ciudadela de Concarnou y es trasladarse al pasado. Calles estrechas, casas de madera y piedra, puertas y ventanas para liliputs, creperias, tiendas, confiterías…

Hacía calor, así que a la hora de comer nos hemos decantado por un restaurante que tenía su terraza cubierta y han caído unos tomates rellenos de atún y una cosa que no sabemos qué era, muy buenos, paté, tomate con mozarela y sopa de pescado y de segundo ha habido entrecots con roquefort y mejillones a la marinera (cada uno pide una cosa diferente, pero todos acabamos comiendo de los platos del resto). De postre los correspondientes helados, los chicos y nosotras cafés varios.

Seguimos pateando para hacer la digestión y que nos baje un poco la comida. Recorremos la parte alta de la muralla, alguna compra de pañuelos palestinos de colores…. Mientras escuchamos música, como durante todo el día, de bandas de gaiteros. Vemos tocados de puntillas, a cada cual más alto y extravagante que el anterior, pero muy chocante (cantidad de fotos para proponer disfraz para fiestas de Atarrabia).

Hemos salido de la Ciudadela y recorrido el puerto ("clicar" en la foto para verla entera) y a las 6.30 hemos emprendido viaje de vuelta a casa. Sigue, milagrosamente, sin haber caído una gota de lluvia.

Llegamos, los chicos nos han hecho una barbacoa de salchichas, hemos puesto lavadora y después, mientras los chicos veían una película, en francés, en la televisión, las chicas nos hemos dedicado a ver todas la fotos que tengo en el ordenador (me supongo que habréis oído las risas hasta allí).

Hoy volvemos a dormir cada oveja con su pareja, ah, no, mi hijo duerme con el tío Pedro.

Mañana nos vamos a ir a Quimper, pero levantándonos más tarde que otros días, ya que como os había comentado, está muy cerca de Quemeneven, donde nosotros estamos.

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