A las diez menos cinco hemos intentado pillar el autobús a Auschwitz, pero no ha sido posible así que hemos esperado has las 10 y 20 (hemos aprovechado para comprar unos "tentempiés", una especie de pretzels con sésamo, semillas de amapola y sal, muy, muy buenos).
Después de una odisea de viaje, íbamos en una camioneta pequeña, las carreteras están francamente mal, dábamos botes por todos los lados, hemos llegado al museo y campo de concentración, y creo que se te queda un cuerpo, que no es cuestión de explicar.
Es muy duro ver que es lo que paso allí y como el resto del mundo parece que no hemos aprendido de nuestro errores.
Por la tarde nos hemos ido a dar una vuelta por el castillo Wawel. En vaya sitios vivía el personal !!!!!!!!!!! (José Luis, deberías estar aquí para ver que las obras de su casa le tardaron anos, en vez de meses, como a ti). Que jardines, que edificios, que salas.....
La temperatura de la tarde ha sido fresquita, pero muy buena para pasear, así que para las nueve de la noche nos hemos ido a cenar (nos pasamos todo el día comiendo y bebiendo, vamos un sufrimiento continuo, un sin vivir), eso si, como no, algo nos tiene que pasar con el restaurante recomendado y cuando llegamos estaba cerrado, así que hemos cenando en un vegetariano (algo raro porque comimos todos carne) y Maider acabo con todas las reservas de "alioli" de Polonia.
Mañana nos pegaremos camada (ehhhhh que hemos quedado para la "II Odisea" a las 9) y nos iremos a las minas de sal (pensare durante la noche si voy a ser capaz de bajar tantos metros bajo tierra).
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