Adios Praga adios....

Tras el desayuno celestial con unos capuchinos, cuya nata nos llegaba hasta las cejas, hemos ido, infelices de nosotros, a la única estación de tren que conocíamos, que por supuesto, no era de la que salíamos.

Imaginaros la escena de 6 "inútiles", con mochila al canto, corriendo como Corre-Caminos, en busca de un taxi.

Por fin, 2 Mercedes, a cambio de 80 euros la broma, nos han trasladado a la otra estación y hemos llegado con tiempo suficiente como para informar a media estación de que anden era en el que ellos tenían que pillar su tren.

Mas vale que este ha resultado mas cómodo que el primero. Nos ha dado tiempo de ver al hermano de la familia Monster, a una colgada con bragas de "Kumuxu", a una que creía que las paneras son sombreros de vestir.... antes de llegar a la Mega estación de Berlín (ni comparación con la que vamos a tener en Iruña).

Café típicamente alemán, incluido precio, batidos de chocolate... acompañados de Sandokan y sus Mariachis, cerrando la compra-venta de artículos varios.

Cambio de tren hacia Poznan.......

Una vez llegados a Poznan, fíjate que guay que nos salio a recibir un guia nativo, que excesivamente amable nos acompañó casi hasta el hostal (no supimos ver que intenciones tenia).

Después de instalarnos en una residencia universitaria bastante rudimentaria y decadente, caímos en un restaurante (el WZ) decorado como una típica granja polaca (con la casa dentro del local), con rastrillos, cocina económica... donde cenamos "daguten, daguten".



Dormimos por familias: Ballesta & Agós con hija y Oroz & Percaz con hijo y en mi habitación salieron a cantar "Los Niños Cantores de Atarrabia" y en la aledaña "El Barítono de Atarrabia acompañado de la Roncadora No Molestadora con sus ronquidos de guarnición (preguntar a la interesada a la vuelta).