camino de visitar el Mausoleo de Ho Chi Minh: una pasada el ritual para entrar: largas colas de 2 en 2, cabezas sin cubrir, camisetas de tirantes y pantalones cortos prohibidos, así como cámaras de fotos, manos fuera de los bolsillos.... todo para ver a una persona (parece más un muñeco de cera) durante 5 segundos, con la cara y las manos iluminadas. Pero la gente es muy respetuosa y sale, incluso, llorando de la emoción.
De ahí al templo del pilar único: muy oriental, dentro de un estanque con flores de loto, nenúfares....
Lo mejor ha venido cuando después nos hemos tomado unas cervezas, de casi medio litro, al módico precio de 1.500 VND (1 euro = 20.000 VND). Hay foto que corrobora lo cutre del sitio (preguntar a mi primo Koldo sobre la enfermedad "del beso", originada por la higiene de los vasos, una nimiedad con lo que puedes encontrar aquí), pero es muy gracioso sentarse en unas sillas del tamaño de mi sobrina Raquel, con unas mesas acorde al tamaño de las sillas.
Hemos descansado del bullicio de bocinas (aquí es más importante que te funcione la bocina que cualquier otro elemento de tu medio de transporte) y motos en el Templo de la Literatura (todo pagodas de aquí con estanques, lapidas......).
Para comer hemos localizado un local con aire acondicionado, ya que la humedad aquí es casi insoportable.
A media tarde nos hemos ido a ver el Teatro de las Marionetas de Agua y aunque estábamos todos los guiris de Hanoi, ha merecido la pena.
Después a gastarnos los ahorros en la cena para probar los famosos rollitos vietnamitas (ríete Adriá de meter semejante cantidad de ingredientes en un rollito del tamaño de mi dedo meñique), 3 tipos de arroces con verduras, pescados y verduras al vapor, cervezas Tiger de medio litro..... y todo por la desorbitada cantidad de 2 euros por persona, vamos LA RUINA.
Ahora nos vamos pronto a dormir porque mañana salimos a las 6 de la mañana hacia Ho Chi Minh y comenzar la ruta de Vietnam por el sur.
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